Formando la eztétyka del Tercer Mundo.
El cineasta del tercer mundo debe hacer filmes de tal indole que «El pueblo colonizado por la estética comercial/popular (hollywood), pór la estética populista/demagóga (Moscú), por la estética burguesa/artística (Europa) pueda ver y compreender la estética revolucionaria/popular que es el único objetivo que justifica la creación tricontinental. Pero asimismo es necesario crear esa eztétyka» (G. Rocha, 1970)
El discurso colonizador pierde espacio en el juego por el poder una vez que entendemos las propiedades que lo conforman. No podemos entender si aun no somos entendidos, si es que con hablarnos es suficiente. Algunos han tenido razón cuando pensaron que el discurso político demagogo nos induce al auto-consumo de nuestra propias ideas materializadas e ilusiorias, pero son éstas que nos dan valor y ‘razón’ para enfrentar el mundo y florecer el espíritu artístico transgresor.
Eso de enfrentarse a un mundo del cual el colectivo es pasivo, que no evidencia acción popular más que por un desacuerdo común. No creo que sea una línea natural humana. Las sociedades a lo largo de la historia han sido movilizadoras, desde los mas primitivos hasta los napoleónicos. No estoy de acuerdo con la línea de vida que nos imponen, no me dejo convencer por el «porque así es el sistema», no estoy de acuerdo con ver a los ojos del mundo que agoniza mientras se auto-destruyen por dentro. No soy el único que pide algo más, escucho sus voces y veo cómo fomentan su propia estética dialéctica, la convergencia entre el arte y la filosofía tercermundista.
«Não é um filme mas um conjunto de filmes em evolução que dará, por fim, ao público, a consciência de sua própria existência.»