Desde que comencé mi campaña por hacer cine, escuché a cineastas de todo el mundo que sueñan con transformar el Status Quo de nuestra sociedad en un mundo justo y digno. Ahora bien, escuchar el altavoz cinematográfico es fácil, lo complicado es hacerlo posible y alcanzar esta meta que día a día incrementa los pasos de cada uno de los procedimientos de la distribución y exhibición cinematográfica.

He aquí mi primer gran reto como cineasta: Si quiero que asistan mi película, primero, debo tener una película; luego, una sala oscura dónde proyectar-la y, finalmente, espectadores que la vean.

¡Te invito a ver mi película!
Actualmente, en el Perú, se descubren nuevos circuitos de exhibición que son alternativos a la modalidad de las grandes salas de cine que se dedican a rentar de la miseria del pobre cineasta….El cine no ha muerto! Estos circuitos están enlazados con sala culturales, proyecciones semanales, exhibiciones regionales, lanzamientos en plataformas digitales, muestras festivaleras y cine-clubes alternativos.

[Aplaudo a estos grandes emprendedores que viven del sudor de sacar su película adelante.]

En varios casos, los objetivos de exhibición suelen tratar de recuperar algo de la inversión con la taquilla, exhibir la película a la mayor cantidad de espectadores y/o hacerse un nombre en el mercado cultural. En mi experiencia, encontrar una sala oscura con las instalaciones según los parámetros de reproducción se ha vuelto un reto, más aún, si tratamos de que ésta sala sea en un espacio atractivo para quienes no viven cerca del lugar. Entonces hacerse un nombre, depende de que vengan, vean tu película y hablen de ella.

Antes de dejar incertidumbres reflexivas, nuestra misión consiste en adquirir aliados estratégicos que nos permitan hacer difusión del evento de la proyección y compartir, en esencia, la experiencia que adquirirán si van al evento de exhibición.

¿Será que me pasaran la voz para un proyecto cinematográfico o debo seguir gestando mis propios proyectos a través de plataformas de crowfunding y contar con el financiamiento del Estado? Estoy casi seguro que el reto de todo cineasta es hacer sostenible el medio de financiamiento. ¿Estarías dispuesto en invertir de tu dinero en un proyecto que podría cambiar vidas a través del cine? Imagínate que una comunidad indígena no fue borrada del mapa porque 5 años atrás ayudaste que se visualizará su problemática y se hiciera algo al respecto.

¿Aportarías por algo así?

Es un sueño justo y digno.